lunes, julio 24, 2006

Pienso en negro cuando las cosas no salen bien, cuando no veo un camino a seguir, cuando estoy encerrada en un agujero sin escapatoria. Pienso en morado cuando siento alegría nostálgica, cuando recuerdo cosas pasadas: mis amigos, mis viajes, mis fiestas... Pienso en blanco (white opal) cuando tengo sueños, aspiraciones, cuando me pierdo en mis ensoñaciones, cuando me monto en una nube y sobrevuelo la realidad. Pienso en naranja cuando pienso en el verano, en las tardes de piscina, con amigos, con fiestas... en todo lo que llegará (o espero que así sea), cuando soy optimista.

jueves, julio 20, 2006

Cuando se cierra una fase te sientes vacío. Parece que todo lo vivido se esfuma, que nada permanece, y en el fondo, es así. Te quedan los recuerdos, las fotografías, las cartas... pero te falta lo más importante: los protagonistas de esos hechos recogidos.

¿Cuántas veces tendré que recomponerme? ¿Cuántas fases más tengo que pasar? Esta vez no le voy a cerrar la puerta al pasado y no voy a eliminar a nadie de mi vida, porque sé que ellos no lo harán; aunque no estemos juntos físicamente, los sentimientos quedarán y la amistad estará ahí.

Pero tampoco voy a negarme el futuro, por el momento voy a esperar. Tengo que aprender a ser paciente...

miércoles, julio 19, 2006

Hay días buenos, y días malos. Días buenos en los que estoy contigo, días malos en los que pienso en ti. Qué vacío está mi mundo si todo depende de que tú estés ahí... pero la vida se construye con renuncias y elecciones, y tú has sido lo que he escogido, aunque a veces me duela, no por ti, sino por mí, porque mi tienes mucho peso en mi mundo y no estás tan presente como me gustaría.

martes, julio 18, 2006

La variabilidad del tiempo me abruma. Toda mi vida ha estado dilatado. Miles de horas, días, meses y unos pocos años vacíos, que han transcurrido sin mayor huella que la de algún recuerdo aislado, algún momento importante... sin embargo, desde enero de 2005, el curso del tiempo ha cambiado, y se ha concentrado. Cada día suceden muchas cosas, y cuesta asimilarlas.

Pero además, el tiempo ha repercutido en mí. Repentinamente se me ha avalanzado y ha caído como una losa haciéndome crecer... dejando de ser una niña para intentar llegar a persona.

¿Qué me preocupa? Que la densidad del tiempo no me deje conservar recuerdos de los buenos momentos vividos... que el tiempo pase de largo y no me deje huella.

lunes, julio 17, 2006

No tengo prisa, ya no. Los horas pasan, las manecillas de los relojes siguen su curso; las hojas se arrancan del calendario, los ciclos se completan. El sol sale y se pone cada día, sin que suceda nada.

Voy a esperar lo que la vida me deje, el tiempo que haga falta. ¿Tú te acordarás de mí? ¿Vas a detener tu tiempo y lo vas a encadenar al mío? ¿Las rectas paralelas se cruzarán algún día?

Parece que no te das cuenta de que te quiero a cada instante, de que te necesito permanentemente. Y no entiendes que te esperaré... eternamente.