Corazones imperfectos

Corazones imperfectos que están desbordados de tantas emociones, que no han curado de las heridas del pasado. Que tienen cicatrices de todo lo que han vivido. Que son diferentes... pero que sienten y valen como cualquier otro. Como cualquiera de nosotros.

Suena el despertador otra mañana más y me pregunto por qué me tengo que levantar de la cama, cuáles son las motivaciones que tengo para empezar un nuevo día. Y llevo ya un tiempo sin encontrarlas. Hace más de dos años decidí cambiar el rumbo de las cosas pensando que sería capaz de organizar un mundo a mi manera, a mi medida... pero a día de hoy creo que no tengo ni los cimientos. Unos días me consuela pensar el tópico 'la cosa está muy mal'... otros creo que cuando todo esto pase llegará mi momento... quizá para cuando 'la cosa esté mejor' ya no me quedarán ilusiones, ya no tendré la fuerza para emprender. No es que no haya dado pasos, es que me da la impresión de que no he avanzado. Creo haber estado dando vueltas y estoy harta de llegar siempre al mismo sitio. ¿A cuánta gente tengo que convencer de que lo que hago merece la pena? Probablemente a la única que debería convencer y no lo hago es a mí misma... y todavía no termino de entenderlo.

Hasta luego

Hace tanto que te fuiste... que hoy no siento la despedida porque ya lo he hecho antes. Si te digo que te echo de menos desde entonces es porque ahora ya no estabas, porque las cosas son distintas y es así como debe ser.

Espero que te vaya muy bien, sabes que te aprecio y lo digo de corazón...

Sinceridad... aunque sea en sueños

¿Cuántas veces tienes que soñar lo mismo para llamarlo 'sueño recurrente'? ¿Vale que cambie la forma pero no el fondo?

Mi consciente me dice que pase página, y es algo que ya he hecho. Pero mi inconsciente me recuerda las cosas que quiero dejar pasar. Al menos en sueños soy capaz de decir lo que despierta no me atrevo. Solo cuando duermo tengo el valor suficiente para decirte que te quiero y que eres importante para mí, pero no de la forma que te imaginas...

Rara

Raro es lo diferente, distinto, especial, excepcional... Y sí, soy una persona rara. Desde que soy pequeña tengo consciencia de que no soy como el resto de la gente: no pienso como ellos, no me gustan las mismas cosas y no actúo de la misma manera.

Huyo de los convencionalismos sociales porque no sé vivir encorsetada en lo que la mayoría quiere. Están en el mundo, pero no forman parte del mío propio.

Soy una friki, una apasionada de lo que hago y me siento muy orgullosa de ello. Tengo la inmensa suerte de haber podido escoger el camino que quiero seguir, con plena libertad y por voluntad propia.

Sí, soy rara porque hago lo que me hace feliz. Porque crear es mi vida. Sea diseñando, pintando, cantando (dando el cante) o escribiendo.

Probablemente no sea como tú, o quizá sí que nos parezcamos. Yo no tengo miedo a lo que diga la gente, solamente me asusta ser infeliz. ¿Tú eres consciente de lo que te asusta y de los miedos que te paralizan?

Además, tengo la convicción de que he sabido rodearme de personas diferentes, raras como yo y afines a mí.

No nos metemos en la vida de los demás, ni cotilleamos. Solamente queremos ser felices y hacer que los que nos rodean también lo sean. Queremos cambiar la parte del mundo en la que vivimos y hacerla habitable y humana. Para eso utilizamos dos recursos muy importantes: la creatividad y nuestro corazón.

Así que sí, llámame rara, porque me estarás diciendo que soy especial y te lo agradeceré porque es así como me siento.

Ahogando palabras

¿Qué haces cuando las palabras se te quedan incrustadas en la garganta y no salen? Te tragas tus sentimientos, tu orgullo y todo lo que te hace persona... y eso es muy difícil de digerir. Tienes naúseas y una mala sensación que te llena todo el cuerpo.

Tienes ganas de huir porque eres una cobarde, pero por otro lado te quieres quedar por si el valor aparece inesperadamente y se produce el milagro que llevas mucho tiempo esperando.

¿Por qué es tan complicado comunicarse con la gente a la que quieres? Porque eso supone remover los sentimientos que llevan tanto tiempo guardados en una caja de Pandora que cuando se abra será explotando.

Metamorfosis

Nadie me dijo que mudar la piel no doliera, lo único que me contaron es que era algo necesario. Hasta ahora no he sido capaz de verlo por mí misma. La necesidad de cambiar las cosas que nunca han sido lo que debieran para transformar el mundo (mi mundo) se ha convertido en un objetivo vital.

Probablemente cuando el gusano de seda se convierte en mariposa sufre mucho con ese cambio porque deja atrás una parte de su vida y abre sus alas al resto que le queda por vivir.

La metamorfosis duele porque quitarte las escamas de toda una vida supone removerte por dentro, llegando casi hasta los cimientos de tu ser. Pasar página, dejar ir, es sumamente complicado. No se trata de aprender a vivir ignorando tu pasado, negando lo que has sido. Consiste en abrirte a un 'yo' nuevo formado por todas las personas que has sido antes, por todas las vidas que has vivido, asumiéndolas, aprendiendo de ellas y superándolas.

No es tan fácil como quitarte la mochila y dejarla por el camino y caminar libre, sin peso. Tienes que detenerte, revisarla y seleccionar lo que quieres mantener en tu vida, y el resto dejarlo marchar.